lunes, 31 de enero de 2022

 


Alimentos  artesanoscaseros o 100% naturales

 

 y los compras pensando que realmente lo son y por eso su calidad es superior (como a menudo también lo es su precio): normalmente, basta echar un vistazo a la lista de ingredientes para ver que en el mejor de los casos esa alegación es una exageración, cuando no una falsedad.

 

Artesano, natural, casero… son el adjetivo que acompaña a muchos de los alimentos que compras a diario. Sin embargo, basta echar un vistazo a la etiqueta para comprobar que en la mayoría de los casos estamos ante un mero recurso publicitario más, un argumento que pretende ganarse a unos consumidores cada vez más interesados en comer bien.

 

Lo natural como argumento

Según la RAE, natural es un elemento que se halla en la naturaleza, o que no ha sido sometido a mezcla o elaboración. Sin embargo, basta mirar los lineales de los supermercados (o revisar tu despensa) para ver un caldo natural, un puré o un paté “natural”… que sin embargo, al leer en detalle la etiqueta comprobamos que en muy poco difieren de los productos que no llevan ese adjetivo.

 

 

La industria alimentaria aprovecha la confusión y falta de una legislación clara para incluir profusamente alegaciones de este tipo en los envases y publicidad de los alimentos. Poco importa que de natural, casero o artesano tenga poco el producto: recurren a estas exageraciones y falsedades con el único objetivo de atraer al consumidor.

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