Una investigación denuncia el papel de Coca-Cola en la
epidemia de obesidad en China
El 42% de los adultos chinos tiene sobrepeso, el doble que
hace dos décadas
En medio de la epidemia de obesidad que azota a China,
Coca-Cola ha logrado influir en las políticas sanitarias del país para evitar el
establecimiento de un impuesto del 20% a las bebidas azucaradas y otras medidas
recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, según una nueva
investigación de la Universidad de Harvard (EE UU). China ya es el tercer mayor
mercado mundial para Coca-Cola. En 2011, el 42% de los adultos chinos tenía
sobrepeso u obesidad, más del doble que dos décadas antes, según los datos
oficiales.
La investigadora Susan Greenhalgh dibuja “una compleja red
de contactos institucionales, financieros y personales” a través de la cual la
compañía estadounidense ha obtenido “una posición de poder entre bambalinas que
garantiza que la política gubernamental china para luchar contra la creciente
epidemia de obesidad no socava sus intereses”. Greenhalgh señala directamente
al Instituto Internacional de Ciencias de la Vida (ILSI, por sus siglas en inglés),
una organización creada en 1978 que pretende ser “un foro altamente confiable
para generar, recopilar y discutir datos científicos sobre temas de impacto en
la salud pública”, según su web. El ILSI —fundado por un vicepresidente de
Coca-Cola, Alex Malaspina— está financiado por decenas de empresas de la
industria alimentaria, como la propia Coca-Cola, McDonald's, Nestlé y PepsiCo.
En un litro de Coca-Cola original hay 108 gramos de azúcar,
más del doble del límite diario recomendado por la OMS
Greenhalgh sostiene que Coca-Cola ha utilizado el ILSI para
influir en las políticas sanitarias del país más poblado del mundo. También en
1978, la empresa de bebidas azucaradas fue la primera compañía internacional en
recibir autorización para instalarse en China tras los 30 años de aislamiento
impuestos por Mao Zedong. Aquel mismo año, Malaspina visitó el país para
iniciar relaciones con científicos locales. “Rápidamente identificó a Chen
Chunming, una poderosa nutricionista con fama de tener contactos de alto nivel
en el Gobierno central”, apunta Greenhalgh en su investigación, que se publica
hoy en la prestigiosa revista médica BMJ.
Chen fue la presidenta fundadora de los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de China, un organismo gubernamental.
En 1993, la nutricionista fue fichada por el propio ILSI para dirigir su
sucursal china. Y, actualmente, el organismo público y el privado comparten
sede, según denuncia la investigadora de Harvard. “El personal de ILSI-China,
financiado por la industria, tiene un acceso sin precedentes a los funcionarios
gubernamentales”, critica Greenhalgh.